Días rodados

Podrá caer el velo
raso de la noche
sobre mi cama.
Podrán hundirse
mis sueños
sobre algodones.
Podrá mi miedo
a la oscuridad
caminar de espaldas,
mientras me voy
hacia las horas
donde el corazón
vence a la tregua
del día de mañana.