El dragón glotón

Mi sobrino me ha pedido que le haga un dragón.Sus retos son los mejores, un caligrama a máquina sin mucho cálculo de los espacios: Sol sale por mi bocaCuando me enfadoTengo dientes afiladosO como sin hambreo como sin ton ni son.

La mujer del cuadro

Soy la deuda contraída entre el sueño que habita y el que convive. No controlo el brillo del tiempo, el plano detalle, ni la aspereza del momento. Soy un rostro de diamante, demoledor mientras desaparece . Soy una mujer desdibujada en un expositor con muchas otras y aparezco en una distancia íntima.

ESPADAÑA · Poesía social · David González Lago — Liberoamérica

Os invito a conocer la poesía de David González Lago en Espadaña, la sección en Liberoamérica sobre poesía social. ¡Estáis invitados a participar! Dado que esta sección de Liberoamérica, Espadaña, se centra en cómo expresan diferentes poetas una diversidad de realidades sociales, en esta ocasión, quería comenzar extendiendo mi invitación a la sección. En Cartas… Leer más ESPADAÑA · Poesía social · David González Lago — Liberoamérica

Sueños lúcidos

Comprenderás tus versos reveladores cuando pongas el motor de otros en marcha. Tus suelas vibrarán llenas de historias. Retumbarán desde tus pies a tus manos y de ahí a miles de oídos. Se contraerán con el martillazo de tus ondas. Atravesarás el camino como el rayo que crece entre las copas o el fuego que… Leer más Sueños lúcidos

Presentación de Liberoamericanas, 140 poetas contemporáneas en Limbo. Córdoba

El pasado sábado, día 12 de enero, se presentó la antología de Liberoamérica, Liberoamericanas, en Limbo (Córdoba). El acto lo coordinó Ana Patricia Moya, que además de editar en la reciente editorial de Liberoamérica dirigió la velada. La sala de exposiciones del bar recibió amablemente a participantes y asistentes con un lleno absoluto. Saray Pavón,… Leer más Presentación de Liberoamericanas, 140 poetas contemporáneas en Limbo. Córdoba

Abrió la puerta

Abrió la puerta y me recibió una mesa con un manojo de sillas alrededor. Todos los asientos estaban fríos, desiertos y desolados casi tanto como yo. Al sentarme cobijé mi cuerpo en un búnker donde las palabras rotaban sobre sí mismas. Quien se resistió a la tormenta sabe cómo atravesar puertas en el mundo invisible.… Leer más Abrió la puerta