
Cada vez que me agitaba
una nueva lluvia de nieve
se iniciaba.
Asumiendo
que ya había salido
de la burbuja de cristal
que me envolvía.
Probablemente,
convencida de que había abandonado
los hábitos de consumo
de crudos y piensos.
Ostentaría a una escapada
de aquella pompa
que no hacía más
que dar rodeos a la situación.
Hacia un lado.
La evasión quedaba a un lado.
En cuanto dejé
la confrontación al reflejo orientador
de mi enjundia,
dio el sí
y aceptó las diferencias.
No era un ave migratoria
pero mi silvestre visualización
lo sería.
Gema Albornoz
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Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com/.
No sé si es el calor, la óptica que me falla, pero esta poesía me cuesta captarla. Me dejaré llevar por el viento que se esconde en ella y por su musicalidad y renunciaré a querer darle más significados 😉
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Imagino que la óptica felizforme es difícil de captar. 😉
Mejor dejarse llevar.
Un abrazo.
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¡Eso he hecho! 😉 ¡Varios abrazos encadenados!
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