Del plagio al dicho

Siempre tuve pavor
de decir
lo que ya dije.
Al final, me acabo
plagiando a mí misma,
sin rencores, contradiciendo
lo volcado sobre papel.
Como si sólo doblar
un papel fuese suficiente
para dividir el discurso
por la mitad. ¿Poseerá así
lo dicho menos peso?