
Me dijo que me agarrara
que no me quería soltar.
Me avisó de los peligros
que me podían pasar.
No me señaló el camino
con migas de pan.
Ni me esperaron filas de ruiseñores
que me cantasen, en coro, al desfilar.
Tampoco me vino a ayudar
ningún minino con botas.
Ni me adelantaron en carrera
ese par que pelea por querer llegar a la meta
y buscan sombra para descansar.
Hubiese querido abrir los ojos
y seguir por mi camino
con todos ellos a la espalda.
Pero si los iba recordando
era por todo lo que tú me contabas
desde tu espalda.
Irán en mi espalda
por siempre jamás.
Gema Albornoz
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com/.
Cuántos cuentos!!! Genial!
Me gustaLe gusta a 1 persona
😀
Un abrazo, María.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy bonito!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias. 🙂
Me gustaMe gusta
Bello, Gema.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
A ti…
Me gustaLe gusta a 1 persona