Un poema que no estalla
Acelera tus pasos y entonces. Acelera tus pasos y ahora. Acelera tus pasos y mientras. Acelera tus pasos a cuántos tantos. Acelera tus pasos y entonces, ahora, mientras a cuantos tantos.
Acelera tus pasos y entonces. Acelera tus pasos y ahora. Acelera tus pasos y mientras. Acelera tus pasos a cuántos tantos. Acelera tus pasos y entonces, ahora, mientras a cuantos tantos.
I De pequeña mi despiste se quedaba jugando en las calles mientras yo iba y volvía del colegio. II De pequeña era igual de pequeña que ahora. Nunca me importó medir menos, si podía saltar o soñar más.
En lo más alto de la torre de control son las cuatro. Pedro Casariego Córdoba dibuja escaleras colgantes, mientras las palomas reposan y lee cartas que hablan de sueños. La tele mira el reloj, espera que le llamen. Pedro despide polvo alegre por la borda y el suelo se mancha de gris brillante. Son las… Leer más Soltar poemas
Originalmente publicado en Liberoamérica:
Susannah Martin «Una mujer comprometida con la lucidez que ve, a través de la confusión, los fuegos humeantes de estas calles subterráneas, a su poeta muerto aprendiendo a caminar hacia atrás, contra el viento, por el lado equivocado del espejo.» Sueño que soy la muerte de Orfeo – Adrienne Rich…