Por la orilla de mi voz
va bajando la Luna,
para ponerle pendientes
y vestido al corazón.
Hará una fiesta en la noche,
aumentará de la corriente,
la presión. Si te acercas y
no bailas, con los juncos bailaré yo.
Mucho mejor celebrar,
con armonía y concordia,
bailando un merengue
con tus caderas y mi voz.