Luna, lunacero,
cuéntale a la rosa
cómo sonríen ojos
de estrellas de osa.
Río, ríocero,
cuéntale a la roca
cómo escuchas cantos
juglares de dulces bocas.
Ahora luna,
ahora rosa,
ahora río,
ahora roca,
contadme las historias
que las noches estrelladas evocan.