Más allá de esa luz encendida
hay una sonrisa escondida
y un te extraño musical
tras las cortinas.
La vista asciende hacia arriba,
buscando las rejas ajardinadas,
mientras una sombra perfilada pasa.
He contado como aciertos las veces
que miro para tu balcón y cruzas.
No hay quien cuente
detrás,
sumando errores perfectos
ni restas que llevar.
Aunque si pasas callando
puedes encontrarme detrás.