Mirada platónica Oh, vida inmarcesible. Tú, pertenencia del perfil al amanecer. Tú, serendipia del sol al alba. Desorden del alma ausente. Oh, vida inmarcesible. Balada amarilla e incendio de la ciudad sin sueño ni verdad. Tu voto:Comparte esto:TwitterFacebookCorreo electrónicoImprimirTumblrPinterestLinkedInTelegramWhatsAppSkypeMe gusta esto:Me gusta Cargando... Relacionado