El anillo aromático sustituye
a cualquier función oxigenada.
Nombar al éter y a la sencillez.
Localizar el compuesto que fija el ciclo.
Modificar la estructura de la fórmula.
En todas se predice su resolución:
la esencia fluye de átomo a átomo.
Su equilibrio es directamente proporcional al deseo en tus ojos
y equivalente a la calma que nos habita.
2 comentarios sobre “La química del abrazo”
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A sus pies, doña Gema.
Extraordinario, como de costumbre.
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Mil gracias, José Luis.
Abrazos.
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