La oportunidad vino a mi encuentro. «Qué noticia te arrastra/ de ceguera o de luna hasta mi puerta» exclamaba Juana Castro en El extranjero. Os traigo una exclamación de asombro, dividida en varias partes, debido a su extensión y a la envergadura de la misma: el VI Encuentro de Poesía de la Asociación Cultural Poética de Puente Genil, en Córdoba, España, bajo el lema: Poesía y feminismo: una estética de la diferencia.
Este año ha contado con el apoyo de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Puente Genil y la Fundación Juan Rejano. El acto de encontrarse, según el DLE, es «dar con alguien o algo que se busca». Lo que ha sucedido en Puente Genil desde el 1 al 16 de junio ha sido la búsqueda de la poesía, la música, la plástica, el teatro, la danza, vídeo o performance en diversos encuadres de Puente Genil en el que el devenir pontanense transcurre, como son La Alianza, la Plaza de Abastos del Romeral, el IES Manuel Reina, la Plaza Nacional, o el Teatro Circo. Antonio Roa, Director del VI Encuentro —y entusiasta infatigable— ha conseguido, junto al trabajo de todo el equipo que Poética ha realizado durante este pasado año, se ha traducido en este extenso programa que a continuación desglosaremos, donde se han tocado cada uno de los términos y conceptos que el Encuentro planteaban, entre otros el de una estética de la diferencia.

Aunque Adriana Manuela Ruíz Gómez, Coordinación y Diseño Gráfico del VI Encuentro, focalizará la importancia del término en los medios puesto que el término de “diferencia” alude a una realidad existencial. Hemos querido adscribirnos a esta tendencia actual del feminismo porque es incluyente e invita al diálogo. Debo añadir que literariamente el término de la poesía de la diferencia surgió en España, durante los ochenta apareció como una reivindicación de una poesía libre, heterogénea, universal y sin atender a modas, sino que poseía una cabida abierta y donde lo único que se podía imponer era valorar con criterio de originalidad y profundidad. Antonio Rodríguez Jiménez menciona que «fue un movimiento de opinión crítica, de poetas que, por amor, respeto y convivencia con la poesía, se sintieron obligados a replantear un estado de cosas». [1] Desde la organización han afirmado desde el primer momento que le gustaría, con este evento, contribuir a crear y abrir espacios que ofrezcan a la mujer libertad; estimular el estudio a fondo del tema de las diferencias de género como elemento fundamental para alcanzar un verdadero multiculturalismo e invitaron a todos los que deambulen por los espacios del sexto encuentro a que habitaran esa plaza abierta a sentirse libres y a impregnarse de experiencias, entre otras muchas cosas.
El cartel y tríptico, diseñados por Adriana Manuela Ruíz Gómez se presentaban con un plumín, «como instrumento que graba el pensamiento y sentir de las mujeres en el mundo, un arma para seguir resistiendo», como Adriana Manuela aseguró en la rueda de prensa a los medios y un texto de José Baena: «En el sur de China, en la provincia de Hunan, un grupo de mujeres se organizan para crear una escritura de la resistencia. Empujadas por la imposibilidad de acceder a la cultura, idean una forma de comunicar sus vidas: El Nü shu», «la palabra poética, que los dioses otorgan y el poeta dona al pueblo para hacer razón común».
1 junio
El día 1 de junio, el Alcalde del Ayuntamiento de Puente Genil, Esteban Morales, junto a otra de las autoridades presentes en la inauguración oficial de La Alianza, Pablo Alfaro, Concejal de Cultura procedió a la inauguración del espacio. Más tarde, intervino Antonio Roa para dar la bienvenida a todos y posteriormente, Adriana Manuela Ruíz Gómez que hizo un breve comentario acerca de su obra Danaides antes de proceder a su proyección: cabezas cortadas, siluetas, la noche o la sangre salpicadas, cántaros y esa agua escapándose del cántaro como condena eterna. La narración de un linaje que se proyectó con la historia de esta leyenda interpretada por la artista mexicana afincada en Puente Genil.

Danaides realizadas e interpretadas de manera libre por Adriana Manuela Ruíz Gómez a partir del mito de Dánao y sus cincuenta hijas.
Víctor Almeda Estrada fue el encargado de llevarnos hasta la vera del río, nos asomó a El río de la memoria, una mágica proyección sobre el edificio de La Alianza que fue en la superficie de sus ladrillos donde se mostraba la historia viva de Puente Genil, imagen a imagen. Además de una selección de latas de dulce de membrillo a las que les dedicó unas emotivas y significativas palabras:
Mujeres que llegan a los límites del bosque y allí, en la orilla del río que sacude las ramas de los árboles, rompen el espejo de la feudal imaginación de los hombres. Ahí está su resistencia.
Proyección El río de la memoria
La charla- conferencia entre María Rosal y Ana Rossetti extendió su temática desde las “Nuevas imágenes del amor en la poesía escrita por mujeres”. En ocasiones, del poeta se espera esa sentencia de presagio y con una rotunda clarividencia inició María Rosal el discurso afirmando que de poesía y mujeres hablaban «porque somos mujeres y no podría ser de otra manera», a lo que Ana Rossetti añadió: «y nos dedicamos a eso». Durante toda la charla incitaron al público a la reflexión, al replanteamiento de las imágenes amorosas como construcción cultural, al papel de la mujer, a esa evolución de las mujeres poetas en sus representaciones del amor. Recitaron poemas propios: María Rosal leyó Ars Amandi (Unión Cinema), Tío Carlos, Gloria de los Corrales, o algún inédito de, homenaje a una compañera y amiga sobre la educación sentimental llamado Mujeres; Ana Rossetti recitó Cierta secta feminista se da consejos prematrimoniales, Nombre común o Gracias te sean dadas de Ana Rossetti, todas y cada una, intercaladas con lecturas de otros autores como Oración de Cristina Peri Rossi o Sangre de ramera de Carmen Jodra, entre muchos otros.
Entonces yo también era Santa.
Mujeres
María Rosal
Porque nos haces vibrar
Como la noche rebosando de insectos
Gracias te sean dadas.
Ana Rossetti

Tras la agradable charla subieron al escenario Nameless, Manuel Fabián Trigos Baena presentó, en esta ocasión, al grupo señalando algunas de las características del mismo: «lo integran aquellos y aquellas que como respuesta a esa lágrima y a esa arena han edificado un hogar para que su voz pueda encontrar refugio», reivindicando «la unión, la hermandad de lo diverso, para hallar un significado al discurrir».

La poesía musicalizada de Nameless, el grupo liderado por Alicia Baena, encargada de musicalizar las letras de los poemas que cantaron aquella noche y el piano; nos deleitarían con poemas de Carmen Conde, Juan José Domenchina, Manuel Fabián Trigos Baena, Ernestina de Champourcín o Alfonsina Storni. Mientras Mª José Flores; al clarinete, Juncal Rodríguez, al violín y Alicia Baena, al piano, permanecían en el escenario; las voces José María Campos, Lola Serrano, Mónica Jaén y Sandra Martínez hacían entrada al palco escénico con como una corriente constante hasta confluir al finalizar el espectáculo con Antonio Roa para despedir la noche.

María Zambrano afirmaba que, en el delirio, la palabra brotaba en su pureza originaria. Hacer una recapitulación de lo acontecido durante el primer día de junio en La Alianza, tras la inauguración de una edificación que sirvió de muestra para exponer lo que que supuso la electricidad en la forma de vivir y su utilización como alumbrado público, es lo más parecido al comienzo de abastecimiento de poesía al pueblo de Puente Genil durante este mes de junio.
Durante estos días tuve la ocasión de hablar con la mayoría de los autores, les hice algunas preguntas relativas a la poesía. Algunas de las entrevistas fueron una regocijante charla, por lo tanto, han sido transcritas para la ocasión; otras, son un intercambio escrito y fluido; todas tienen la intención de acercarnos a cada uno de los participantes del VI Encuentro de Poesía, Música y Plástica. Poesía y feminismo: una estética de la diferencia.
MARÍA ROSAL
Hace un tiempo descubrí, muy a mi pesar que no estaba recogida en una de las enciclopedias libres de contenido más usadas en las redes, aunque afortunadamente tenga página web, ¿es una elección propia?
Supongo que te refieres a Wikipedia. Por mi parte no hay ninguna intención de no estar. Supongo que será porque nadie ha subido nada sobre mí. Yo he estado demasiado ocupada realizando estudios sobre la poesía de las demás. En cuanto a mi web, no está actualizada. A ver si llegan las vacaciones y termino mis clases en la universidad y renovamos la web.
¿Qué papel creen que tienen las redes sociales?
Un papel fundamental en la publicación y en la difusión de poesía y de cualquier otro género.
¿Cuáles serían las nuevas imágenes del amor en la poesía escrita por mujeres?
Desde los años noventa asistimos a cambios significativos en la construcción de nuevos sujetos líricos femeninos muy alejados del lamento y la pérdida. Las mujeres poetas enuncian desde nuevas identidades comprometidas con la libertad de expresión de los propios sentimientos, con un erotismo lúdico e impertinente en algunas ocasiones. Y sobre todo con un sentido de la ironía para protestar contra los postulados patriarcales. Naturalmente eso afecta a la expresión textual del amor.
En 2008 publicó “¿Qué cantan las poetas de ahora?” Si tuviese que hacer una segunda parte, ¿habría cambiado mucho el panorama actual?
De hecho, he publicado bastante en este sentido en los últimos años. Se puede leer en Dialnet, donde aparecen recogidos trabajos míos sobre la poesía más joven como: La poesía en los tiempos del blog: jóvenes poetas españolas, o en Corazón sin ataduras. Una aproximación al tema amoroso en la poesía más joven.
¿Por qué escribir?
Desde niña me ha gustado mucho escribir y no he perdido la ilusión. Escribir es un modo de indagar en el propio pensamiento y también de establecer comunicación con los demás.
ANA ROSSETTI
¿En qué ocasiones el silencio vence a la palabra?
Siempre. Cuando tú estás bien con alguien, no necesitas hablar con ella. Por ejemplo, Camarón y Paco de Lucía apenas sí se hablaban y se entendían a la perfección.
¿Qué raíz tiene en ti la poesía?
No lo sé. No lo sé porque es una cosa que ha estado siempre. Cuando lo tienes tan integrado no te paras a pensarlo porque, aunque le des cualquier solución va a ser esa, pero no va a ser del todo. Va a ser esa razón y otra y otra y otra.
Cuando hablamos de Andalucía y lo andaluz, así como otros tópicos nacionales, ¿crees que todos los conceptos estéticos que conocemos y aplicamos se limitan a través de lo cercano y conocido a nosotros?
Nosotros tenemos estructurado el cerebro de una manera: culturalmente. Tiene mucho que ver en cómo nos hemos educado, tiene que ver con las referencias que hemos recibido y al principio, vemos el mundo a través de eso. Porque es la única manera que tenemos para procesarlo. Tú no puedes saber sobre algo, si no tienes en la cabeza cierta información que te ayude a discernirlo. Lo que ocurre muchas veces, lo que tenemos en la cabeza actúa como prejuicio. Si la tenemos llena de esos prejuicios, nos impide llenarla de otras cosas diferentes o de ver esas cosas que hemos visto siempre de otra manera.
lo que tenemos en la cabeza actúa como prejuicio. Si la tenemos llena de esos prejuicios, nos impide llenarla de otras cosas diferentes o de ver esas cosas que hemos visto siempre de otra manera.
Y si me extiendo ahora a la percepción del mundo, ¿es importante la visión del poeta en el mundo?
Sí, claro. Pero poeta no es la persona que escribe los versos, solamente. La persona que escribe los versos es una manera de ser poeta. Otra manera de serlo es la persona que detecta la poesía en acontecimientos, en palabras, en situaciones, en cualquier parte. En la belleza. O en drama. La belleza, además, no es lo bonito. La persona que capta, de pronto, el mundo de manera distinta, esa manera de jugar con un significado que nos hemos creído siempre que iba para una dirección y desviarlo para otra. Esa persona ya lo es. Porque está dando otras posibilidades a las cosas. Como crear otra realidad. Sí, porque en la Creación las cosas dejan de ser cosas para ser criaturas y en la poesía dejan de ser cosas para ser poesía.
En 2004 recibió el Premio Meridiana del Instituto Andaluz de la Mujer en la categoría de la Literatura, según tengo entendido el diploma destacaba su trayectoria “por haber contribuido con su reconocida lucidez a dinamitar las rutinas ideológicas de una cultura sexista. ¿Qué nos recomienda para destruirlas?
Es una lucha sin cuartel y no acaba. Lo primero, tenemos que destruirlo para nosotras, porque no está bien mirar aquí, allá, a cuál y a tal, a ver cuántas cosas tenemos integradas. Además, el sexismo no solamente tiene que ver con la estructura binaria. Precisamente, porque tenemos que destruir esa estructura binaria y no pensar que el mundo es hombre y mujer y se acabó. No, porque ¿qué es hombre y qué es mujer? ¿Qué historias nos han contado con ese cuento? Y luego, esa gente que dice: “¡Ay, mi parte masculina!” “Mi parte femenina” Una majadería, porque es la lucha de fuera traerla dentro de ti. Somos seres humanos y como seres humanos tenemos ciertas características, lo que pasa que la cultura le ha dado por calificar a unas como masculinas y a otras como femeninas. No porque se tengan o no se tengan, sino porque se le ha primado más, entonces que una mujer sea sacrificada, y que esté con un borracho, etc… es muy buena mujer, pero un hombre que esté con una borracha, etc… es un imbécil, en realidad, los comportamientos son los mismos. (Es cierto que al invertir la situación nos damos cuenta de estos casos) Somos seres humanos y tenemos cosas mejores y peores.
Actualmente, si hubiese alguna, ¿cuál sería la urgencia de un escritor, de un poeta?
A pesar de todo lo que te he comentado, están pasando cosas muy fuertes. Ojalá prendan y no sean solamente ilusiones. Veo a chicas jóvenes que tienen un sentido de las cosas que a su edad de ninguna manera las tenía. Primero, porque no tenía tanta información. Aunque hubiese tenido esa información yo no tenía esa conciencia. Ahora se ve que muchas protestas que hemos hecho han tenido eco. Todas las reivindicaciones que están haciendo las mujeres: desde las limpiadoras de hoteles hasta las periodistas con los Viernes Negros; están visibilizando mucho los diferentes frentes. Y si me pongo a hablar de lo que está consiguiendo el feminismo gitano, los Congresos que hay de Cultura Romaní, y de feminismo romaní o musulmán, de repente, te das cuenta de lo inabarcable que es y de cuántas cosas nos quedan por aprender. Estamos viendo el mundo de una manera muy sesgada y ahora mismo, no sólo tenemos mucho campo para aprender—que es otra manera de entender el feminismo — sino para analizar qué tipo de feminismo queremos.
8 Junio
«Miré al cielo. Dije/un sueño espera ser soñado», fórmula mágica y oníricamente Chantal Maillard en su poema Memoria del viaje. Las actividades del VI Encuentro de La Asociación Cultural Poética continuaron armónicamente bajo los focos del Teatro Circo durante la noche del 8 de junio. Allí se proyectó el Spot del encuentro con lema “Poesía y feminismo: una estética de la diferencia”, llamado Sílaba sorda dirigido por Santiago Cejas. Posteriormente, el poeta cartaginés y codirector de El Coloquio de los perros, Juan de Dios García actuó como presentador de la noche para presentar a los participantes de la noche: Chantal Maillard, María Rosal, Julieta Valero y Pablo García Casado.

Compartieron cuestiones diversas e interesantes: María Rosal puso de manifiesto que «En los años 90, hubo una gran afluencia de publicaciones de antologías, con lo cual se estaba contribuyendo a esa construcción del canon desde las publicaciones de antologías». Chantal Maillard planteó que «si seguimos alentando esas diferencias. Si seguimos alentando y manteniendo ese discurso de dicotomías seguiremos creando al enemigo, y eso es señal de que seguiremos estando en una ideología, de que seguimos estando en una ideología patriarcal». Julieta Valero aseguró que «las mujeres en el mundo entero—sobre todo en el tercer mundo, pero también en este que llamamos primero— estamos sometidas a unos niveles de desigualdad que yo no me invento, son estadísticos». Por último, Pablo García Casado puso a la vista que «hay un machismo latente en el mundo de la poesía, que no deja de ser el reflejo de lo que también pasa en los polígonos industriales de nuestras ciudades, es otro sector de la economía y evidentemente esto ocurre. Creo que lo que no se nombra no existe y, también, estamos aquí para nombrarlo». Tras el debate cada uno realizó una lectura de una selección de poemas de unos diez minutos.
La posibilidad de tenerlos debatiendo —tan diversamente— es algo que habla de la diferencia, de otra forma hubiese sido un agotador soliloquio, escuchar un mismo discurso —aunque en diferentes voces— no aporta nada nuevo. Sin embargo, el debate fue heterogéneo y tocó el tema de “Poesía y feminismo” desde los ángulos más amplios, atendiendo a detalles literarios, estadísticos, filosóficos, humanísticos y sociológicos. Como la variada miscelánea en las respuestas de sus entrevistas aquí presentes.
CHANTAL MAILLARD
¿Por qué cree que algo tan cercano como el “yo” sea un recorrido que quede tan ajeno como para que no todos quieran emprenderlo?
No es fácil tomar conciencia de que la mente funciona por su cuenta o, dicho de otro modo, de que nuestra voluntad no es tan nuestra como aparenta. Empezar a observar la propia mente es un ejercicio que todos deberíamos aprender a practicar.
¿Escribir sirve para abrir y cerrar las heridas del mundo?
Escribir sirve para saber que todos compartimos la misma herida. La compasión empieza por allí. Y si algo puede salvar a este planeta del desastre es sabernos entre todos vulnerables.
En su libro Sabiduría como estética. China: confucionismo, taoísmo y budismo concluye remitiendo al silencio «a quienes tengan algún motivo para tratar de conocerse a sí mismos». Como occidentales, ¿qué nos distancia del pensamiento oriental?
Si nos referimos a estas sabidurías chinas, que en Japón se fundirían más tarde con el shinto, yo diría que, entre otras cosas, saber aquietarse, apreciar lo insignificante, reverenciar la naturaleza, escuchar los árboles, no hacer diferencias, respectar la ley de los cambios y la fugacidad de todo lo que existe.
En su vida, ¿dónde coinciden filosofía y poesía?
En el instante exacto en que dejo de pensar y me pongo a mirar.
Su letanía “Escribir” reúne un listado de acciones, heridas y reflexiones. ¿Por qué es necesario escribir? ¿Cree que la experiencia modifica esa distancia entre «mi miedo y yo»?
No es que sea necesario, simplemente es útil. Escribir es tomar distancia de lo que nos ocurre. Podemos decirle al miedo: “quédate allí, en la esquina, que yo seguiré con lo que estoy haciendo”.
PABLO GARCÍA CASADO
¿Qué representa cada una de sus publicaciones?
Supongo que son etapas de escritura. Publicar sirve para cerrarlas y también para abrir otras. Mirando atrás uno tiene la tentación de reescribir pero yo prefiero pactar con ello. Más que nada porque una vez publicados, los poemas ya no te pertenecen.
¿Qué supone escribir para ti?
Una manera de ver la realidad y de entender el mundo. De explorar regiones no siempre conocidas de mí mismo.
El otro día estuviste comentando cómo has explorado escribir desde diferentes voces, ¿cómo se escucha la voz de una mujer en la cabeza de un hombre?
Al principio no muy nítida, algo confusa, porque en mi caso era la suma de muchas voces. Luego fue una compañera familiar porque también tenía mucho de mí mismo y de mis propios antagonismos. Y siempre con la duda de si me encontraba más que con una ficción con una falsificación.
¿Crees que tiene la misma credibilidad si sucede en el sentido inverso, es decir, reproducir la voz de un hombre en la cabeza de una mujer?
Por supuesto. Me parece necesario.
¿De qué se nutre la poesía actualmente?
De todo. Cualquier elemento de la realidad, cualquier mensaje, real o virtual, es exportable a la poesía.
¿Por qué son importantes los espacios como este en Puente Genil y por qué es necesario hacer hueco a los movimientos culturales como el VI Encuentro de Poesía, Música y Plástica de la Asociación Cultural Poética?
Son interesantes por cuanto nos saca a los poetas de nuestro anonimato, de nuestra mesa de trabajo, y nos permite contrastar lo que escribimos con el público. Y porque te encuentras buenos amigos de la escritura.
JULIETA VALERO
En la charla Autorretrato de Poetas Conversos menciona que su «escritura tiene que ver con diversas formas de trazar esos viajes a los otros, esos intentos o diversos caminos».
En estos momentos, ¿cuál debería ser la función del poeta?
Muchas… Pienso en la fundamental creo que, en una sociedad tan utilitarista, en la que todas las actividades, desde lo personal hasta lo colectivo, están vehicularizadas para optimizarnos como posibles consumidores y en la que se obvia nuestra enorme necesidad espiritual de habitar y entender nuestra condición humana, el poeta atiende y abre el diálogo que nos permite hacerlo.
¿Cuándo hay que escribir? ¿Por qué deben hacerlo todas esas voces hasta ahora silenciadas?
Escribir cuando es una necesidad subjetiva y propia, pero a la vez urgida y activada por el Otro; escribir cuando sucede eso que César Vallejo alquimizó en un verso que me acompaña siempre: «Nunca tan cerca arremetió lo lejos».
¿Cuántos silencios deben habitar en un poema?
La poesía comienza donde terminan las palabras; es un hecho de lenguaje que nace del riesgo de enfrentar, paradójicamente, las limitaciones del lenguaje para Decirnos. Todos los silencios.
En tu opinión, ¿qué traza la identidad poética en la escritura femenina?
El No lugar histórico que hemos atravesado; el infinito espacio de negación de todo lo que una mujer, más allá de su condición humana y fundamental compartida con todos y todas las demás, puede traer genuinamente: el /su cuerpo, la maternidad, la resistencia, la hondura… Tantas cosas.
¿Existe una conciencia poética? ¿Para qué serviría? Por supuesto. Sin conciencia poética no se escribe: la que trabaja desde y con la percepción neta y confrontativa, siempre, de la realidad histórica que nos ha tocado vivir; la del propio lenguaje y sus recursos, para poder dilatarlo, violentarlo productivamente.
Posteriormente, Juan de Dios presentó a Alejandro Céspedes que se colocaría a la izquierda del escenario. Mientras su video poema se proyectaba él recitaba la narración. Una historia desgarradora con tiempos medidos y concéntricos que obligaron a las almas más sensibles a salir de la sala, debido a la acertada fuerza y profundidad de la voz resonante narrativa de Alejandro Céspedes en el Teatro Circo y esas imágenes punzantes en los ojos de los presentes que destapan una realidad escondida hasta ahora. Un espectáculo duro, pero necesario para la reflexión sobre los abusos sexuales y de la memoria en esta obra llamada Círculos Concéntricos que fue Premio de la Crítica de Asturias en 2008. Otro suceso circular fue entrevistarlo.
ALEJANDRO CÉSPEDES
¿Cuáles fueron tus primeras lecturas poéticas?
Uff. No me acuerdo. Recuerdo que iba a la Biblioteca Pública de Gijón, donde vivía entonces y me llevé absolutamente todo lo que había de poesía y teatro. No se creían que lo leyese porque me llevaba un día, no sé cuántos eran…me parece que permitían o tres o cuatro, no podías llevar más y los devolvía para volver al día siguiente. Creían que estaba de broma, pero me los leía todos. Devoré todos los libros que había allí. Recuerdo a Borges. Recuerdo, también, una anécdota muy curiosa: con trece años estaba en clase de Literatura en un Colegio de La Salle, eran “modernos”, nos daban una hora de lectura. La profesora de Lengua y Literatura estaba allí esa hora, pero no daba clase, en esa hora leías un libro. Yo llevé La familia de Pascual Duarte y espantada me dijo “¡Esto no lo puedes leer!” “¡Esto no es para ti!” Solo hizo falta que me gritase aquello para que yo llegase a casa y me lo leyese del tirón. O sea que leía de todo, desde Gloria Fuertes hasta Camilo José Cela.
¿Se escribe poesía al enfrentarse con uno mismo o al quedarse o al quedarse a solas con uno mismo?
Cada uno que escriba como pueda, como sepa y como Dios le dé a entender, pero creo —hasta lo que conozco de mí y de los que conozco— que hay un estado previo de olla a presión que tiene que salir por algún lado. En mi caso, salió por esto porque tuve muchísima suerte, pero vamos en realidad, cantaba, hacía teatro, hacía cine, hacía de todo a los diecisiete años que empecé. Miento, pintaba a los trece, también. Entonces, tuve muchísima suerte porque ganaba todos los premios a los que me presentaba. Pero yo no escribía sabiendo que estaba haciendo literatura. Escribía porque sabía y me gustaba, era un acto de confesión y de soledad, era un acto de gente de desahucio. Niños desahuciados, niños apartados, niños orillados y entonces, por algún sitio tenía que salir. También salió por ahí, pero escribo por eso, por una carambola del destino. Me dieron un premio muy importante y por ahí fue el camino, aunque podría haber sido por otro lado.
¿Cuándo es necesario hacer un hueco al silencio?
Siempre. En mi último libro lo digo, el diálogo entre el sonido y el silencio es una decisión del tiempo únicamente. Es mucho más importante el silencio que el sonido porque sin silencio no existe, no hay forma de diferenciarlo.
¿El poeta y sus obras cumplen alguna función en el mundo?
Yo, sinceramente, creo que no. Está todo extraordinariamente sobrevalorado. Todos los poetas dicen y hablan respecto…No nos lee nadie, ¿Qué coño vamos a cambiar? Si no nos lee nadie, quiero decir. A Bob Dylan si lo escuchan miles de personas o quiénséyoquéséyo pero si no llegamos a la sociedad ¿cómo vamos a cambiar nada?
¿Tras alguno de sus trabajos, Círculos concéntricos, por ejemplo, por nombrar el presentado durante VI Encuentro, ha salido transformado—o como escritor o como persona?
No es algo posterior. Primero, escribo, y después organizo los espectáculos para las lecturas. Adquirimos más conocimientos, porque es una introspección, una reflexión sobre el mundo, uno mismo, sobre la situación, sobre la situación de uno mismo dentro del mundo y todo es un todo y todo es un por qué.
Un círculo concéntrico.
Puso el broche final Miren Iza (Tulsa) agradeciendo al público su asistencia hasta esas horas, tan entrada la noche. Unas primeras filas del Teatro, que no perdían detalle, coreaban línea a línea las canciones de la cantante guipuzcoana. Hizo un íntimo recorrido melódico por sus álbumes desde Ignoauta, Sólo me has rozado, Espera La Pálida, La Calma Chicha, la banda sonora de Los Exiliados Románticos o su último disco, Centauros con un repertorio variado como La miel que pudo ser, En tu corazón solo hay sitio en los suburbios; Venda, vendita, venda; Los ilusos, Carretera, Verano Averno, Gambetta, Centauros, Oda al amor efímero y dejándonos con el mejor sabor de boca posible al despedirse con Matxitxako y Tus flores.
Miren Iza (Tulsa)
Flores rotas claman por todo el solar,
esto no es América,
aquí podéis empatar.
Con las amapolas fumamos la pipa de la paz
pedimos deseos con los dientes largos de león
Y… lo he vuelto a hacer
Y… Flores.
Tulsa
Estos fueron los primeros pasos, terminaré aquí, pero continuaremos para seguir encontrándonos.
[1] Antonio Rodríguez Jiménez: Siete poetas diferenciales de la lírica española en la década de los ochenta. Caudal Ediciones Hispanas. México. 2017.
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