El poema nace con la curiosidad de un gato.
Desde el misterio incomprensible,
aprendiéndolo en su caricia
desde el primer verso hasta el último.
El poema maúlla sonidos ilimitadamente,
con tantas peculiaridades como caprichos de voz.
El poema puede estar inducido en el sueño,
durante horas, días, meses, pero al despertar
alertan su agilidad rápidamente.
El poema tiene un punto ciego,
en la punta de su nariz.
No puede ver nada desde su centro.
El poema no soportará el agua,
caerá salada y dulcemente,
ambas le desagradarán.
El poema nace con la curiosidad de un gato
y nunca se sabe hasta dónde puede trepar.
Gema Albornoz
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Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com.
Emociones encadenadas 
ni que hace de noche….buen y original el poema.
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Gracias como siempre, Rubén. 😊🎈🎈🎈
Saludos.
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Genial Gema! Un saludo
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Gracias, Chema. 🙂
Saludos.
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[…] a leer algunos poemas, para ello escogí algunos cortos, de los publicados en DIGO.PALABRA.TXT y El poema es un felino. Les entregué unas hojas plastificadas con estos poemas, que deberían pasar a su compañero de la […]
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Gracias, Gema. Un placer descubrirte!
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