Mis dedos
han señalado más lejos
de donde han podido marcar.
Líneas en el suelo
señalando una nueva vista
y una raya con granos de siembra salteados.
Mis labios soplaron.
Han cernido.
Volaron algunos
ya florecidos.
Manteniéndose en el aire,
sin alejarse demasiado.
Agitando sus primerizas hojas aladas.
Mis dedos y mis labios
no comentan,
entre ellos,
nada de Raynaud.
Ni de las hormigas
que suben desde mis dedos
llegando a dormitar en mi boca.
Ni de cómo hacen presa
oprimiendo mi sangre.
Ellos no saben,
por eso,
hablan de ti.
Gema Albornoz.
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com/.
Debe estar conectado para enviar un comentario.