Hace días
dejaste de pagar alquiler.
Todo son gastos a mi nombre.
Y sin embargo,
mi deuda crece hacia atrás
dando pasos de cangrejo.
He pensado acumular
los impagos
en notas en blanco
y pegarlas, formando pañuelos
para sonarme la nariz
tras cada estornudo.
Has entrado tantas veces sin aviso
que ya no me sobresalto.
Porque aunque no lo sepas
ya pasaste, repentinamente,
y sin acordar ningún plazo
por tu estancia.
Conseguiste pasar dentro
y quedarte ahí.
En una de las cuatro habitaciones
de las que cuenta mi corazón.
Las demás tienen la puerta cerrada
y un aviso colgado de “no molestar”.
Allí tienes un cuarto
en el que la huésped soy yo.
Gema Albornoz
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com/.
Emociones encadenadas 
Muy bueno el poema, Gema. Me ha gustado lo de las habitaciones especialmente. Tendré que ver qué letreros tienen las habitaciones de mi corazón.
Un fuerte abrazo.
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Sólo hay que fijarse bien, Javi. Lo solucionas mirando varias veces. 🙂
Un abrazo y mil gracias. 😊🎈🎈🎈🎈🎈
Feliz día.
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Gema, te he mencionado, y espero que no te moleste, en mi blog porque éste poema me ha inspirado en mi última entrada.
Un abrazote-e y feliz jueves.
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Claro que no, Javi. Encantada por ello, ahora le echo un vistazo.
Un abrazo. 😊🎈🎈🎈🎈🎈
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[…] No suelo hacer menciones, pero en este caso, debo hacerla. Esta entrada ha surgido a raíz de un poema de la compañera y genial poeta Gema Albornoz. Dejo aquí el enlace, por si alguien quiere visitar su blog: https://emocionesencadenadas.com/2016/11/08/la-huesped/ […]
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