
El límite
lo dejo posar
sobre el borde
del vaso
a punto de llenarse.
Y vaciarse.
El límite
lo estiro
pasando mis dedos
entre él y tus cabellos.
Rozando las puntas
y palpando la lectura
de tu cabeza.
El límite
lo sobrepaso
cada vez
que adivino
la separación
entre nosotros.
Nos divide
ecuatorialmente,
al límite.
Sin llegar a tragedia
porque aguanta
al tiempo y al espacio
entre nuestras manos,
en cualquier curva.
Gema Albornoz
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com/.
Me asomo al límite y me voy con un sabor de boca buenísimo, Gema. Sigue así.
Un abrazote.
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Muchas gracias, Javi. Cuidado con asomarse a este límite. 😉
Un abrazo.
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Está poesía podría ser la traducción a palabras de los sentimientos que cualquier motero siente con su motocicleta, en esa especial conexión que existe entre los humanos y máquinas casi con alma…
No me hagas mucho caso… veo motos hasta en los posos del café. Preciosa poesía que me ha enredado en sus curvas.
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Pues le has puesto alma, motor y ruedas a esta poesía dándole otra perspectiva a la misma.
Mil gracias por ello.
Un abrazo. ☺🎈🎈🎈🎈🎈🎈
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Gracias a ti por estas poesías tan bonitas… y por compartirlas.
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☺🎈🎈🎈🎈🎈🎈
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