El cardo quiere bailar, por bulerías, cuando las campanas repican. Anhelan levantar, a vuelos, espinas. Las flores capean los sones del aire. Doblan sus corolas, por alegrías, hasta sus raíces. La luna marca el fandango clavando doce estrellas en los andenes del río. Zapatea carantoñas, llenando su paso de besos plata canela en flor.
Diagnosticar el mal humor de un lunes por la mañana como consecuencia de un domingo inagotable de desgana.
Una cara que me suena, un puñado de ganas, unas sombras con luces, una lámpara colgada. Una cucharada de azúcar, un sorbo de vida extra, un pacto de energía, una fatiga en huelga. Todo eso, y mucho más, veo los lunes por la mañana en el reflejo del café de los lunes sin nirvana. Gema… Leer más Lunes sin nirvana
Emociones encadenadas 