Rumbo al oeste
el cielo va cambiando
como espejo de mar.
Recorre la bóveda
celeste de norte a sur
y simula llegar más allá.
Derrama, como agua
sobre la Tierra,
agrupaciones de estrellas.
Cada una hallará
su nombre al este
de una lengua.
En todas partes os conocerán
como suyas e inventarán
historias con un origen común.