Recibirás la señal del Árbol Sagrado.
Sus ramas cantarán y sus hojas
caerán sobre ti como la lluvia
de primavera. Abrirás los ojos
ante la luz inmensa. Se filtrará
a través de él y todo tendrá otra
sombra. Al amanecer de cada nueva
tarde te bañará una misma visión
de forma distinta. Al anochecer de
cada nuevo día, en cada nuevo año,
harás temblar la tierra. Tu mano hará
del juego un matiz de luces. Un comienzo
que termina en la misma fortaleza a la sombra.