Busco un hueco.
Un espacio invisible de defensa.
Tanteo las palabras,
palpándolas como las teclas de un piano.
Jamás me enseñaron a tocar uno.
Salto sobre el espacio en blanco,
haciéndome más pequeña.
Salto sobre el espacio en negro
y es el espacio en negro quien me muestra,
haciéndose más grande. Creciéndome.
La defensa tamborilea en su victoria.
Marca un ritmo inconfundible para mi corazón.
Es quien escucha, el que atiende y estira el idioma de mi alma
en ese argot y estilo, en ocasiones, confusos.
Busco entre lo indescifrable.