Cándidas mariposas estiren sus alas
y vuelen sin esperar a las orugas.
Más tarde, transformarán su túnel
crisálido en viento fugaz. Pajarillos
alegres entonen villancicos y pregonen
semillas verdeabriles. Cuando florezcan,
ninguna quedará sin nombre,
sin tierra ni ángel que la proteja.
Arañitas tejedoras debajo de la hoja
y de la rama, del fruto caído y de la castaña,
seguid zurciendo destinos. Son muchas las vidas
y muchos más los caminos. Abejas del buen dulzor,
obreras de siempre, reponedoras de la polinización.
El polen en las patas y las alas a cuestas como agricultor.
Criaturas de las estaciones vaguen por las mañanas
que por la tarde se arrastran las nubes
y por la noche se enclaustran con la luz del sol.