El agua cristalina
corre por el frío
y deja verde el corazón.
Crece entre las rocas
y pueblos. Libera embalses,
charcas, pantanos y lunares.
El ruido de su cascada
es mágicamente ensordecedor.
A este Parque Natural,
al final del camino,
llegaremos cuando pase
la época fluvial. Ahora,
es uno de los espacios
secretos y protegidos
más grandes de mis sueños;
al que te quiero ver llegar.