Abrió la puerta

Abrió la puerta
y me recibió una mesa
con un manojo de sillas alrededor.

Todos los asientos estaban fríos,
desiertos y desolados
casi tanto como yo.

Al sentarme cobijé mi cuerpo
en un búnker donde las palabras
rotaban sobre sí mismas.

Quien se resistió a la tormenta
sabe cómo atravesar puertas
en el mundo invisible.

Comprobé que hablar contigo
era hablar conmigo de sueños
e imágenes.

Las puertas abiertas en cualquier dirección
llevan la meta de cada día
a la misma bendición.

Hablé
y caminé a tu favor.

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