Las ninfas—cisnes— se bañan
en una charca dorada.
El cielo llora el crepúsculo
tras carcajear al atardecer prófugo.
Sentados los jueces del destino,
envueltos en sábanas de algodón.
Se abre en el desperezo un crisantemo,
araña con sus pétalos filosos de seda.
Un niño duerme, se tumba a un lado.
Gira el mundo, la realidad en su cuna.
Un perro tropieza durante su olisqueo
al cubo de basura más grande en la acera.
Un sátiro deja perplejo a la concurrida fantasía
en la que escucho todo tipo de fábulas.
Narro parte del cuento errabundo
de la calle como cualquier zorra.
El paseo por el bosque debe ser escudriñado
minuciosamente para tantear la jungla callejera.
Gema Albornoz
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-SinDerivar 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com.
Amiga mía:
Te leo y me dan ganas de abandonar la oficina para perderme en las calles, vivir las escenas que describes. Pero el salario me retiene tras un escritorio. Le has puesto luz a mi día.
Abrazos a montones
Me gustaLe gusta a 1 persona
Querida Verónica,
También tú has hecho mi día con tus palabras. Gracias infinitas por el comentario.
Un abrazo gigante.
Me gustaLe gusta a 1 persona