Abro las puertas
de mi propia Babilonia.
Entran conmigo los rechazos
golpean
transforman
mudan.
Con lo que fracasé
con lo que mentí
con lo que perdí.
No conseguí rendición,
ni honra, ni extravío.
Cojo piezas
desarraigo
alienización:
intramundo incipiente.
Ordeno ruinas.
Construyo mi paraíso
donde nadie toca luz
excepto mi mano izquierda.
a través de Intramundo incipiente — SALTO AL REVERSO
Muy lindo poema !
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, Maria Laura.
Muy grato levantarme con comentarios así.
Saludos.
Me gustaMe gusta