Miedo pasea por el cielo
desquebrajándose por encima de mí.
Miedo pasa el tiempo
con una vela prendida
—cera consumida.
Quemadas las horas con sus días.
Miedo pasa la ventana
en la que nadie se posa.
Miedo pasan las calles,
dibujan sombras
que la luz de los faroles borra.
Miedo pasa un mar sin vida
y eterna soledad sus olas.
Miedo pasa el viento
que no arrastra hojas
y es temido furioso.
Avanza a tontas y a locas.
Miedo darán los ríos
que fluyen irregulares
Si no ruedan con sus cantos
alegría, emoción y pesares.
Miedo pasarán las vidas
extendidas por el suelo
sin marcar uñas y dientes
en losas del pavimento.
Miedo pasarán
quienes vivan y coman miedo,
quienes se chupen los dedos
sin relamer el momento.
Miedo del miedo al miedo,
del miedo en tu garganta,
siendo yo miedo en tu pecho.
[…]
a través de Miedo en tu pecho (Experiencia LPNM) — LA POESÍA NO MUERDE