
Herido y marcado
de por vida.
Va a la intemperie.
Sin caja torácica de protección.
No sigue a la espera de un trasplante,
ni es protagonista para la prensa rosa.
Lee
y va desaprendiendo
las palabras entendidas
al primer golpe de vista.
Se cruza de brazos
—se da de bruces—
con la cara hacia arriba,
mirando al techo oscuro
en una madrugada,
en la que no ve más allá de su propio latido.
Las estrellas están de capa caída
y no destellan,
hoy,
entre cincuenta y cien veces por minuto.
Un flash
—estrella fugaz—
lo cegó llevándolo al pasado.
Vio cómo,
aún tumbado,
lo rodeaban,
un círculo de palmeras altas.
Le daban sombra en la mañana
y lo cubrían en la noche.
Tumbado seguía,
rodeado,
cubierto
y solo.
Sin poder levantarse.
Herido y marcado
de por vida
va a la intemperie
y sigue aullando pálpitos.
Gema Albornoz
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com/.
Bello como siempre
Gracias
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Gracias a vosotros, por seguir por aquí.
Un abrazo, Margui.
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A diario Gema, no suelo decir nada, no lo creo necesario, hoy solo fue para que sepas que sigo por aquí.
Besos
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Ya sabes que también, cuando hago visitas, soy de las que las hace de puntillas, así que te entiendo perfectamente. 😁
Besos. 😊🎈🎈🎈🎈
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Me encanta! Hermoso!
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Muchas gracias, Belén. 🙂
Saludos.
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