Afectos de hielo
Ya no necesito tus dos manos para ayudarme a hacer ninguna de mis madejas. Dando vueltas iguales sobre mí, lo he conseguido. Para cuando me enrede confusamente, sólo funcionará quedarme quieta en ese punto, repetir pasos atrás, encontrando el error y volver a empezar. Ya no necesito de otras manos. Ni las tuyas, ni otras… Leer más Afectos de hielo