
Ese nudo angustioso
no lo pude deshacer
con mis propias manos.
Las mancharía de amarillenta bilis
y herviría mi sangre
hasta reducirla a hiel pura.
Experimentando la forma de hacerlo.
Tiro y estrecho cerrando más los hilos.
Miro cómo se quedaron en ese aprieto.
Maldigo a mordiscos;
saltan palabras al ataque
recuperando algo de saliva
en una boca tensa por desencajarse.
Busco el extremo
del que acepto el regalo
de dar un paso atrás.
Desde donde estoy ahora
derrumbo el entuerto.
Lo desanudo ante nadie,
en cuerpo y alma.
Sin testigos de su desnudo
y sin que nadie lo conozca abiertamente.
Sin esos despojos que me pertenecen.
Hasta que los libero
desencadenando una desbandada
de esas hebras que ahora vuelan
aún más alto.
Gema Albornoz
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com/.
Se hacen un nudo mis dedos leyendo tu poema, Gema. No obstante, me ha encantado.
Por otro lado, muchísimas gracias por compartir mi entrada.
Un abrazote.
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No me extraña si lo leíste con la pausa que merecen.
No hay por qué agradecerme que la comparta ya que me hizo especial ilusión haberla inspirado. 🙂
Un abrazo.
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Ay, muchísimas gracias. 😀
Besos. 😊🎈🎈🎈🎈🎈
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¡Qué intensidad! ¡Qué regalo de libertad! Maravilloso, Gema. 🙂
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Muchas gracias, Joed.
Un placer que lo hayas disfrutado. 🙂
Un saludo. 😊🎈🎈🎈🎈🎈
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Reblogueó esto en Esas pequeñas cosasy comentado:
Siempre Gema … aún más alto
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Gracias por rebloguearlo, Enrique.
Siempre más, siempre aún más alto.
Un abrazo. 😊🎈🎈🎈🎈🎈🎈
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