Aunque no fuera en Oz
Aquella tarde había seguido las baldosas amarillas. Se habían acabado antes de llegar allí. Creí estar en Oz aunque no llevaba zapatitos rojos. Las hojas llamaban coquetas para que las mirase. El árbol se alzaba como el guardián, protegiéndolas. Seguí mi camino tarareando una canción en la que los pájaros hacían la segunda voz. Alargando… Leer más Aunque no fuera en Oz