
Un patrón que se repite
como el rugido de mi estómago,
que no se calma porque sueña
con el calor de la palma de tu mano.
Un patrón que se repite
como pintar alas a tu lengua,
para que hable, cuente, viva y sea libre.
Sin hacer nudos a las palabras.
Un patrón que se repite
y se repite,
sin añadir el truco final.
Ese se guardará en la manga
o en la cama
o en el alma.
Gema Albornoz
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com/.
Debe estar conectado para enviar un comentario.