Juego amoroso
Corrían sin cuidado. Ramas crujían, a su paso, al engancharse con alguno de los dos. El sol lucía, la temperatura subía y su respiración se aceleraba. Cogió la manzana. Era la única a la que el rocío aún abrazaba. Se la arrojó. Era su invitación. La mordió y se la ofreció. Era su tentación. Gema… Leer más Juego amoroso