En un día como este, hace un año, publiqué esta entrada, poco después, llegó a casa un cuadro de Jose Luis Mesas Sánchez. Fue una sorpresa muy grande e inesperada. Aunque previamente ya me hubiese pedido la dirección y me hubiese dicho que me mandaría un regalo.
Lo importante, no fue ese regalo maravilloso, fue que yo le agradeciera en varias ocasiones que me dejase usar su imagen, que él leyera mi entrada sobre esa creación suya y me agradeciera haber hecho un poema que decía tanto.

El momento en el que me dijo que le había tocado mucho, lo recuerdo perfectamente. Era la primera vez que, un lector que no me conocía, me decía que uno de mis poemas le había llegado.

Esta entrada, ha sido un punto y aparte en mi escritura y poemas. Es un punto y aparte en mi confianza y en el blog.
Hoy quería recordar ese punto y aparte.

Feliz domingo,
Gema.

P.D.: Si pincháis en la imagen os dirigirá a su cuenta de Instagram.

Cuando la angustia te atrapa
se extiende por todo tu pecho,
se anuda, de nudo en nudo
se van cortando los vientos.

Miras a todos lados
intentando buscar aliento,
ese que te ahoga,
poco a poco,
a fuego lento.
Va hirviéndote la sangre,
abotonándote el cerebro.

Hasta que escupes para fuera
eso que piensas y no dices
eso que dices y no piensas.
Palabras que brotan como agua,
en las fuentes,
a veces, clara, a veces, parda.

Respira y mira al cielo.
Mira al cielo, mira el guiño
ese que te está haciendo.
Sólo por una sonrisa…tu vida:
¡Ay, sigue viviendo!
¡Debes seguir sonriendo!

Gema Albornoz