El tal vez de los días
El corazón del día se vacía y, con suerte, se vuelve a llenar. Podríamos despedirnos de él como gotas de rocío entre hojas para correr su mismo acaso.
El corazón del día se vacía y, con suerte, se vuelve a llenar. Podríamos despedirnos de él como gotas de rocío entre hojas para correr su mismo acaso.
No existen los días sin importancia. Todos guardan el secreto de sus horas. Todos excavan en las profundidades del presente que se derrumba por la noche. Un día más: vivir y dar gracias.
¿Quién está libre de cadenas? ¿Quién no se embriaga peregrinando de un pecado a otro? ¿Quién no suma liberaciones tras el cultivo pecaminoso? ¿Quién no se entrega sin pausa a la excusa? ¿Quién no inspecciona su cama en la noche? ¿Y en el día? ¿Quién no alimenta el anclaje de su mente? ¿Quién no busca… Leer más Ataduras
¿Se puede odiar un día que aún no pasó? No hace falta mirarme al espejo para ver mi rostro mientras me hago esta pregunta. Me reflejo en ella. Estoy sentada, bastante cansada. Mi cuerpo se encoge y tirita de frío. Mi mano pide coger papel y pluma y hace el esfuerzo de poner orden a… Leer más Días que son mar — SALTO AL REVERSO
El canto cascabelea en la sala, retumba un llanto errante que se fuga. La pequeña ventana tan abierta recibe a la inmensa luz, no se rinde. El sofá acoge a unos pies colgados, dejan una línea—río— en brazos. Cuelgan del borde detalles hilados. Componen la imagen; día bordado. Sobre las sentencias de una rutina se… Leer más Argumento de un día
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