El mes de diciembre ha estado cargado de sorpresas, como los talleres de poesía que he dado a todos los niveles de primaria del Colegio Diocesano Jesús Nazareno de Aguilar de la Frontera. 

De esta manera, gracias al equipo docente, el alumnado pudieron acercarse al mundo de la poesía de mi propia mano. Leímos poesías y descubrimos la diferencia entre ellos y los microrrelatos u otro tipos de textos. No todo era parlotear, también pudieron crear. Los niveles de 1º y 2º una historia inventada en un dibujo sin direcciones. Los de 3º y 4º con las palabras «máscara», «artistas» y «suelo» y los de 5º y 6º tuvieron que crear un microcuento con las palabras «hojaldres», «niña», «albañil» y «gato». Estos últimos, además de realizar diversas búsquedas, me compartieron un documento en mi cuenta de Gmail. 

Finalmente, el jurado, los profes de cada clase, eligieron una selección de obras que prometí que colgaría aquí. A los dibujos, le añadiría un poema o un cuentaverso.  Así, presumiría del esfuerzo que hicieron todos los niños y niñas del colegio acercándose a un tema tan desconocido como es el mundo de la literatura. Algunos me lo han puesto más fácil y ellos mismos crean su historia. 

Enormemente agradecida por la oportunidad y por ese tiempo en el que todos y todas pudimos disfrutar tantísimo. 

Al Señor Pincho

le gustaba la Navidad,

pero no que la gente llegara a cantar.

Le gustaba el turrón y el mazapán,

pero colocaba el árbol tan lejos, tan lejos,

que no lo podía disfrutar. Lo hacía para que

cuando los pastores fueran al Portal,

dejaran algún regalo. Incienso, oro, mirra,

todo le venía bien. El árbol del Señor Pincho

en medio de la campiña para que los Reyes

de Oriente le dejasen algo por Navidad.

En el País de las Formas,

vivía Doña Sabidilla

en una casita de fieltro

con flores en las ventanas.

Por de día, doña Sabidilla

soplaba corazones en las nubes

y por la noche, troqueles de flores

en las nubes con moldes de hornear.

El Dinosaurio Tin-Ton

era tan alto y tenía tanta hambre

que dejó a su amigo árbol

tiritando, calvo y pelón.

El Robot Huevo Frito

y el Dinosaurio Tragón

lucharon a una batalla

un diíta de sol.

En la competición,

el dinosaurio le tiró

un petardo explosivo de olor

y el robot un escudo de salchichón.

Ni dragón ni dinosaurio,

una criatura a la mitad.

Un hermano blanco como la nieve

y el otro negro carbón.

Cuando se miraban,

se concentraban muy fuerte

y se miraban de frente

y ganaba quien pudiese

no parpadear.

Dicen dicen dicen

que hace muuuuuuuchos años,

los dinosaurios invadieron la Navidad.

¡Celebraban que una criatura

los vendría a salvar! Los pteosaurios

avisaron a todo el mundo por el cielo.

El Braquiosarios llevó un árbol de ensalada.

El Triceratops puso la mesa y el Tyranosaurios rex

se puso a cocinar. Cuando tenían todo preparado

se reunieron a esperar al niño que decían

que llegaría. Celebraron y celebraron y volvieron

a celebrar que el Niño del Cielo nacería en Navidad.

Las caras de los artistas

tienen los ojos cuadrados

y el cuerpo triangular,

por mucho que se rían,

parece que van a llorar.

El Señor Teatro

que al ver a los artistas por el suelo,

los retrató en un cuadro

y le faltó medio alegre y medio color.

MICROCUENTO 5º E.P.O

El otro día vi como una niña cogía a un gato mientras que se comía un hojaldre y después vi como un hombre salía de una obra y supongo que sería un albañil

Claudia R ,Claudia P, Paula, Pablo, Alejandro y Aitana

MICROCUENTO 6º E.P.O.

Una niña con el sueño de ser albañil, se le ocurrió hacer una mansión con hojaldres para vivir con su gato, compañero y darle una vida feliz.

Rocío Cabezas Arrebola, Francisco Paniagua Prieto, Daniela Ariza Gimeno , Antonio Carmona Valle 

y Manuel Jesús Luque Ruz.

Gracias por vuestras lecturas y ¡Feliz Navidad!