Sin rumbo En este momento, la falda del toldo se columpia. El zumbido del aire se marcha, colándose entre las hojas. Las ramas se balancean y no hay nada que impido otro minuto entre viento y reja. Tu voto:Comparte esto:TwitterFacebookCorreo electrónicoImprimirTumblrPinterestLinkedInTelegramWhatsAppSkypeMe gusta esto:Me gusta Cargando... Relacionado