Encontrar una salida
al laberinto del corazón:
a los abrazos envueltos en suspiros,
a las caricias de tus miradas,
a los besos sin resolver,
al juego de tus gestos con los míos,
a los saludos de tu latido
y a que este amor
se reconozca profundo
en su búsqueda.
No sabría decirte con exactitud. En ocasiones, la salida está delante de nuestras narices.
La suerte de ver con claridad.
Me gustaMe gusta
¿Sabes tú la salida? Porque yo no la encuentro…
Me gustaLe gusta a 1 persona