Un par de ruedas giran
a la misma velocidad
que se mueven las calles
de la ciudad.
Un gato negro bebe agua
en el charco del andén.
Una niña juega en la acera
con la pelota. Un niño sostiene
una muñeca en la mano. Una pareja
se sienta en un banco esperando
su noche estrellada. Las oficinas
se vacían y el asfalto comienza
su cuenta atrás. Arde, cada vez, que
alguien frena en la escena
y la mira distinta.