¿Acaso no puedo decir que soy madre?
¿Acaso no puedo llamarme Helena si lo deseo?
¿Acaso no puedo ser un pie?
¿Acaso no puedo nombrarme madre
si cuido, duermo, hablo y entreno cada
día desde la vida y desde el morir?
¿Acaso no puedo tocar el miedo y temblar?
¿Acaso no puedo ver el dolor y sufrir?
¿Acaso no puedo ver esa línea que ya dejó
mi madre, asirla del suelo y acompañar los
pasos que resista? ¿Acaso no puedo caerme?
¿Acaso no puedo incorporarme? ¿Acaso no puedo
ser rosa sin estípula, ni madera nueva, si la
beta de mi nudo llega a la raíz y hasta ahí
llega mi mano? ¿Acaso sabe un pie de amor?
¿Acaso lo sabe una madre?
2 comentarios sobre “La beta de mi nudo”
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Un feliz fin de semana. Muy bueno tu poema.
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Gracias e igualmente.
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