Un río
aprende a fluir
por dos cuencas grisáceas.
Se dirigen
a la inmensidad azulina
y salada del mar.
Su nacimiento
se acumuló en lagunas circulares
de sustancias estelares.
Brillan en la noche
y dan sentido al recorrido,
que nunca termina.
De norte a sur,
el errante
extiende su mirada.
Ríos van al mar,
pero su horizonte no se llena.
Gema Albornoz
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com/.
Debe estar conectado para enviar un comentario.