Atando cabos
Comenzó como un juego. Se volvió rutina para convertirse en una runa en la que esconderme. Cada cuerda era una hija bastarda del día y el café. Ahí anudaba de treinta formas diferentes, la forma de llevar con estilo, las magulladuras que me hice por dar más de seis pasos. Confiando en una intuición que… Leer más Atando cabos