Mi pelo se alborotaba
bailando al ritmo de la música
que sonaba a todo volumen.
El viaje se hacía cada vez más corto
porque la aceleración de nuestros corazones
era equivalente a la de tu pie pisando el acelerador.
Iban quedando atrás las señales de tráfico,
de prohibición, de peligro, de obligación.
Sin marcar en ningún mapa un destino fijo.
Las ruedas seguían dando vueltas.
Las mismas que nuestras cabezas
para mirarnos.
Gema Albornoz
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com/.
Y que maravillosa sensación!
Preciosas palabras Gema, como siempre.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Si hay sensaciones es buena señal, ¿verdad? ☺
Muchas gracias, S.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy bueno, me gusto la manera de recrear el ambiente de escape.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias, Juan.
Saludos.
Me gustaMe gusta