Ensueño
Cómo sentías no era tan importante debías mentir, y mentiste, hasta en lo más insignificante. La curiosidad te atrapó porque tenía su cuerpo, y su cara, con esa sonrisa flamante y esos labios que, después, confiscaras. No cabía ni una sola disculpa pues era cuestión de piel o alma. No había ni una sola culpa… Leer más Ensueño