Villancico en Atenas
Venid, venid a ver que la esperanza podemos celebrar. Ha llegado la alegría ¡qué felicidad! Toco el din-don. Toma un caramelo. Dame una monedilla que cante y que toque el din-don por todas las calles de Atenas.
Venid, venid a ver que la esperanza podemos celebrar. Ha llegado la alegría ¡qué felicidad! Toco el din-don. Toma un caramelo. Dame una monedilla que cante y que toque el din-don por todas las calles de Atenas.
En las montañas más altas —seguro que has mirado bien— hay dragones que bailan desde la noche hasta el amanecer. Conversan con los lugareños de la ciudad. Y su ataque defensivo consiste en lanzar hielo de aquí para allá. Y como te acerques mucho o te ayuda o te comerá.
El gigante del lago se zambulle en el aguay chapotea estrellas de sal. Limpia el fondo con la puntade su nariz y una verruga floreceazul, morada, colorá. Dedos arrugados, pasas de manos y pies marrones por fuera y verdes de algas por el envés. El gigante del lago se tumba panza arriba y todas las… Leer más El gigante del lago
Tacita, llénate antes de que venga la cafetera y te escalde todo el cuerpo de chocolate y niebla. Tacita de porcelana, tan fría como la luna, reluce redonda y nueva desde mi mano a la suya. Y entre sorbito y sorbito jugarás con el azúcar.
La niña Ola y el barco Tiburón vivían juntos al borde del bastión. Galantes e inquietados aguardaban la vuelta del faro porque vetusto volvía bailando una canción. Sonaba por las mañanas y al final de cada tarde. Animaba en las derivas y respondía a los marinos y sirenas con un gancho sin arpón. Cuando el… Leer más La niña Ola y el barco Tiburón
Suena el timbal de las campanillas, tocan platillos el girasol. Las abejas danzan y hacen corrillos para que aquí nazca otra flor. Suenan las trompetas de los ángeles, truenan los bombos de las cebollas. Danzan las abejas, para que allí, lejos, nazca otra flor.
Feliz Día del Maestro Hasta que niños y niñas me bautizan no lo soy. Sus voces son canciones educativas. Convierten en un juego una hora que corre. Sus ojos pillarán cualquier meta. Y mi boquita maestra no se esconderá para hablar ni reír.
Las palabras juegan a la pelota. Corren como niños en el parque. Algunas llevan piruletas, otras saltamontes chirriantes. Muchas otras alas de mariposa y las demás una flor a retales. Los días de lluvia saltan saltimbanquis en charcos. Los días de sol corren corrincharquis en bancos. En otoño y primavera verbenas de hojas verdes, amarillas… Leer más Palabras en el parque
El avión de papel atraviesa el salón. Recorre el abismo y revuelve el pelo de las cabezas bajo él. El mundo se reduce a este cuarto que transitas sin alas y con la misma agilidad del díptero.
Alarí, alará, las Roscas de San Blas con bulilis de colores, los lacitos de pan. Alarí, alará, las Roscas de San Blas. Ya se acerca la candela lo malo se quemará.
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