Un estruendo en el cielo —para admirarlo—
demasiada fuerza —entre estrellas—
un astro —enemigo en lo celeste—
escapando a la distancia —para cruzarla—
un rastro —blanquecino— en lo alto
—ardiente— en su cola—
mudo —como nuestros ojos— fugaz—
repentino —vibrante—
un alboroto de lo mágico reunido sobre los techos—
la huella —y sobre todo—
si la fiesta tocase mis ojos—
¿quién bailaría?