Colectivo solidario Paco Albornoz

Los días parecen mirarse en el mismo espejo. Comienzo a pensar que cada uno de ellos tiene una red al final de la noche, en la que dejarse caer al acostarse. Un ciclo que se repite entre mañanaesotrodías y pocoapocos. Lo que no hay que olvidar, es que estamos en casa y eso incluye el lugar donde respiramos tranquilos cuando llegamos de cualquier lado. Hoy más que nunca, en el Día Mundial de la Salud. Añadiría, celebremos la suerte de tener nuestra salud pública. Celebremos a los y las grandes profesionales sanitarios que tenemos. Así como hay que celebrar a los y las docentes, teletrabajadores y teletrabajadoras e instituciones públicas que trabajan para cubrir nuestras necesidades. Además, de quienes tienen que continuar exponiéndose, para que nosotros nos cuidemos en casa. Aplaudimos y hablamos siempre de la tarea tan importante que mantienen los cuerpos de seguridad del Estado, pero no olvidemos a quienes ejercen puestos como los de la limpieza, a quienes nos atienden en nuestras necesidades básicas de consumo, como trabajadores y trabajadoras de pequeños, medianos y grandes comercios, camioneros y de los servicios de reparto a domicilio, incluidos los de mensajería rápida que aún no terminaron su servicio.A todos y todas nos ha venido de sorpresa esta situación; se hace, se emplea y ponen el esfuerzo nunca visto, para que todos y todas podamos salir juntos de ello.

Han surgido muchas causas solidarias, que he ido aplaudiendo y apoyando, en la medida de lo posible, aunque una me tocó de cerca. Hace unas tardes recibí una noticia. Las y los antiguos compañeros de mi hermano Fran, y digo antiguos, porque mi hermano falleció en 2011, decidieron hacer un colectivo solidario y pidieron a nuestra familia permiso para utilizar su nombre. La emoción durante días me embriagó, cada vez que pensaba que su nombre viajaría en nombre de todos y cada una de las personas que realizasen una colaboración o una aportación. Mientras siguen trabajando plantean campañas solidarias preocupándose por la situación de emergencia sanitaria actual y buscan material sanitario para los y las profesionales.

Tras su nacimiento, el pasado el 28 de marzo, ya han aportado 47 monos individuales de protección individual al Hospital Comarcal de Montilla, 40 mascarillas al Centro de Salud de Aguilar. Una remesa de 47 monos individuales de protección personal al Hospital Comarcal de Montilla, una remesa de buzos donados por la Sociedad de Cazadores y gorros para la cabeza que llegarán el lunes a Córdoba para el Reina Sofía, 30 kits de batas , gorros y patucos a Montilla. Además, les están coleccionando 5 impresoras láser pantallas de protección facia (en los que pagan sólo los materiales). Se han adquirido también 2 cajas de guantes y otra ha sido donada por el «Cebollito» y se repartirán en Aguilar entre el Centro de Salud, Guardia Civil y Policía Local. Por otra parte, les están coleccionando en Campillos (Málaga), un pedido de batas, mascarillas y gorros. Les han realizado también varios pedidos alternativos de batas, patucos y gorros a distintos proveedores. Estas eran las gestiones hasta hace unos días y no paran de hacer gestiones, envíos y coordinar todas esas colaboraciones, donativos y necesidades que les solicitan a través de su página de Facebook.

TODA COLABORACIÓN CUENTA.

Así que no dudes que por pequeña o grande que sea, puedas aportar algo a las necesidades de los y las profesionales sanitarios durante esta crisis que nos afecta a todos y todas.

Ya hay habilitada un número de cuenta bancaria en el BBVA para donativos.

ES7601821294160202033510

P.D: Toda gestión se realiza desde el Colectivo Solidario Paco Albornoz, en la que confiamos el buen uso del nombre de mi hermano allá por donde vaya.

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