Entre las ramas del bosque
alguien corre desesperadamente
diciendo tu nombre. Las mariposas
te conocen bien y te acompañan
en contadas ocasiones. Allí,
la capa que te cubre es una corola;
tu corona y abrigo. Beben de tu cáliz
los mirlos y eres, entonces, fuente del río.
Vuela el mirlo lejos, se agita el río y la voz calla.
Nadie te nombra cuando tu campana tañe
y se despliega, tu olor, por doquier.
Gema Albornoz

Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-SinDerivar 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com.
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Qué bonito, Gema.
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¡Gracias! Muchos besos.
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