
Suena el despertador
y mi estómago
prepara el desayuno.
Esta vez,
ha tardado más de la cuenta,
porque ha conseguido
que los espaguetis se pongan
uno al lado del otro
formando un arcoíris.
Un chorro multicolor
sale por mi boca
cada vez que hablo.
Se me acaba enredando
la lengua —y los hilos de pasta.
Los dejo caer,
en el lavabo, formándose
una masa negruzca
hasta que me incorporo
y doy marcha atrás al desayuno,
a mi estómago
y al despertador.
Gema Albornoz
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Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.com/.
Joder, hoy solo veo embarazadas r. La blogosfera???????
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Más bien fue una idea del estómago como máquina creadora de espaguetis que se expulsan y al mezclarse forman una masa algo abominable. Afortunadamente, se puede dar marcha atrás al proceso.
Nos pasa, a menudo, con los nudos que tragamos y se quedan por alguna parte del estómago, más que identificarlos con las náuseas de embarazada, pero si lo hiciste…pues por algo será. 🙂
Un abrazo. 😊🎈🎈🎈🎈
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Los despertadores suelen tener ese efecto: convierten los sueños de colores en vómito de rutinas 😦
Aunque en ocasiones, somos capaces de vencerlos, de dar marcha atrás y de convertir esos hilos de arcoíris en tapices de arte 😉
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A verlos como tapices no llegaba, no sé por qué.
Gracias, Nona.
Mil besos mañaneros de sábado. 😊🎈🎈🎈🎈
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Será que no te levantaste con el alma de Penélope 😉
Mil besos lluviosos desde mi otra Isla, Gema 😉
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