Mientras el café subía
y venía a mí su olor,
estuve hablando conmigo,
de ti, mi amor.
Me dije que si quiero
que vengas algún día
tendré que mirar al frente.
Y esperar lo bueno que traiga
entre todas las migajas, tú.
Tú, entre todo lo que no mire más.
Me contesté que aunque no esté preparada,
haré lo mismo que ahora,
mientras miro mi café.
Observaré cómo sube,
después me acercaré.
Aunque me queme
y me espante porque salpique
de forma inesperada.
Pero por mucho que queme
y me note cómo late la herida,
al día siguiente querré volver a beber
mi taza caliente de café.
Buenas he tenido a bien nominarte a uno de estos premios Porqué? por que así lo he decido y por que tu lo mereces, puedes pasar a recogerlo por
https://antoncaes.wordpress.com/2016/04/11/que-alegria-que-alboroto-mas-premios-que-llegan-en-moto/
Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias, Antonio.
Jajaja.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Otro para ti. 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona