Cuando me perdí en la melodía
estaba soñolienta y atontada.
Caminaba creyendo saber dónde iba
pero la música me distraía.
No me detenía en ningún paso.
Camino a la vista.
Se extendía en línea recta como un túnel
o en verdad era el profundo pozo.
Escuchaba una voz
y no era de ninguna sirena del mar.
Me interrumpía las notas musicales
que quería escuchar
así que me agarré los cascos
y no los volví a soltar.
Deja de molestar
que tengo que seguir
caminando por la ciudad
sin tropezar.
Gema Albornoz
Esta obra de Gema Albornoz está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://emocionesencadenadas.wordpress.com/.
Muy bueno, Gema. Los cascos como proceso de aislamiento, de introspección…tan necesarios en nuestros ritmo diario…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, Natalia.
Se te echaba de menos…
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Estaba descansando un poquito, Gema…..A veces esta realidad virtual absorbe demasiado. Un besito!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Entiendo. ¡Descansa todo lo que necesites! 😀 😀 😀
Besos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo soy un poco viciosa de los cascos con música, es que se ve todo más bonito con banda sonora. Y la foto, ¿quiero ser tu cerdo, he leído bien, es un dibujo callejero o es tuyo? Perdón por tanta pregunta pero me ha intrigado.
Me gustaLe gusta a 1 persona
También me gusta ponerme cascos. 😀
La foto dice eso mismo: «Quiero ser tu cerdo» En una calle de Guadalajara había varios graffiti, mi selección fue esa. Una escena que sabía que utilizaría para uno de mis poemas. 😀
La foto es mía, los graffitis no sé de quien serán.
Las preguntas no son molestia alguna. 😉
Un abrazo.
Me gustaMe gusta